
“En mí sueño miraba una Z. Con la mano sobre la forma la sentí fría y metálica y palpándola ya ansiosamente un extraño peso me incitó a invertirla. Al instante se abrió ante mí una puerta y en la introspección solo ví oscuridad. Pero de repente fuí capaz de contemplarme a mi mismo proyectado en el otro espacio y con el corazón inquieto descubrí que de la mirada del niño solo había quedado una mueca en negativo. Derrotado me refugié en el recuerdo y sobre la forma levemente distorsionada se superpuso un objeto que creía perdido en el cajón de los juegos infantiles. Y me fascinó encontrarme con el corazón en paz contemplando”.E.F.L
Nota: La imagen es de Jorge Fuembuena Loscertales