jueves, 6 de septiembre de 2007

ESTO SE PARECE CADA VEZ A WIKIPEDIA PERO, OS LO PROMETO, NO LO HE COPIADO (DE ALLÍ)


Raymond Radiguet nació en Saint-Maur (Sena), en 1903 y muere en París veinte años después. Hijo del dibujante Maurice Radiguet, cursó estudios en París, pronto abandonados por una vida errante en una barcaza por el Sena. Fue al final de la Gran Guerra cuando tuvo lugar la experiencia amorosa que posteriormente inspiraría su obra "EL DIABLO EN EL CUERPO", publicada en 1923 pero escrita a partir 1920. Por entonces el joven es uno de los bohemios más famosos y fascinantes de todo París. Conoce a Cocteau, que le protege, y el joven autor no tardará en escribir poesía. Los hoteles y cafés de la Madeleine son testigos de las extravagancias y disipaciones de los escritores. Los primeros versos de Radiguet ven la luz en 1920 bajo el título de "LES JOEUS EN FEU". Ya en el verano de 1921, Radiguet comienza la redacción definitiva de "EL DIABLO EN EL CUERPO". Cuando finalmente aparece, Radiguet es saludado como un genio precoz. Los derechos de autor son cuantiosos y el joven se da con mayor fuerza al exceso y la disipación. Acaso presagiando su inminente final, el joven escritor, ya saludado como un auténtico prodigio se pregunta en una entrevista: "lo que quisiera saber es a qué edad se tiene derecho a decir que uno ha vivido". Confesada esta duda, marcha de vacaciones a Piquey en un deseo evidente de regeneración. Es allí donde termina su segunda novela: "EL BAILE DEL CONDE ORGEL". La novela supone una vuelta al clasicismo, suscitando bastantes perplejidades cuando apareció y fue justamente puesta en relación con la novela moral de Madame de La Fayette: “LA PRINCESA DE CLEVES” (1678), Aunque los personajes son ahora más abiertos, con unas mayores ansias de diversión, de rodearse de cosas hermosas y nuevas, de vaciar con mayor avidez la copa de la vida, (sobre todo, estos puntos aclaran bastante la posición de Anne Orgel en el triángulo sentimental en el que Françoise de Sireuex y Mae son los otros lados).

De vuelta a París, mientras corrige las pruebas de imprenta del manuscrito recién entregado al editor, contrae el tifus. Un día, paseando con sus amigos, es presa de una crisis a la que no sobrevivirá. "Dentro de tres días seré fusilado por los soldados de Dios” y en efecto así fue.

Nuestro joven poeta compartía con otros artistas decadentistas y simbolistas, preferiblemente músicos y hombres de letras, la imposibilidad de separar el arte de la vida . Esta interrelación o mejor, no separación entre arte y vida es propia (aunque no querida) de los surrealistas. Seguramente Radiguet, como Cocteau, hubiese postulado por el surrealismo, (si hubiese vivido unos años más en vez de morir, se dice, accidentalmente), y es muy probable que como Cocteau terminase realizando cine, (paradójicamente, sus dos novelas, incluída esta que nos ocupa, han sido llevadas al cine con mayor o menor fortuna).

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